Miss Patsy... qué difícil intentar resumir lo que significás para todas nosotras. Hoy quiero agradecerte, desde lo más profundo de mi corazón, por cada palabra de cariño, de apoyo, por cada sonrisa, por cada consejo que me diste en estos tres años. No conozco a alguien más sabio y a la vez más humilde que vos. Siempre con la palabra o el gesto justo, en el momento en que más se lo necesita. Siempre dispuesta a ayudar. Siempre con fuerza, con energía, con amor y vocación, siempre tirando para adelante. Y así como lo hiciste siempre, sé que lo vas a hacer ahora, en esta nueva etapa, en este nuevo desafío, como vos misma dijiste. Y aunque sé que es un poco egoísta de mi parte, quisiera que no te fueras nunca... Pero, como siempre, ahí está tu sabiduría una vez más, diciéndome que es el momento de que otra persona haga su historia.
Patsy, sos mi modelo a seguir. Sos toda luz. Gracias por enseñarme tanto con tu ejemplo...
¡Te quiero mucho!
Male
